Resumen Taymory Xtrail Series Alella 2017
Casi dos meses desde la prueba de Mataró se disputaba la segunda carrera, tercer año que se realizaba en Alella, esta vez como la primera vez el día se presentaba caluroso y se notaría en los 5 primeros kilómetros de subida sin sombra. Con apenas un entreno semanal y cinco horas de sueño durante los últimos meses pretendía acabar con un tiempo no muy distante al del año anterior ya que el recorrido era el mismo. Esta vez me lo tomaría con calma por la falta de forma que tenía en los últimos meses.
Tras la salida y colocarme en un grupo numeroso, bordeamos el centro de la ciudad para iniciar el ascenso por las primeras calles hasta llegar a la salida donde iniciábamos el camino de pista en el primer kilómetro. Una pista que zigzagueaba en ascenso en paralelo a uno de los barrios de Alella y que se iba convirtiendo en sendero más empinado. Tras un respiro en una pista volvíamos al sendero que transcurría por el lateral del barrio, con unos escalones entre unos altos pinos hasta llegar a una pequeña subida que bordeaba una zona acordonada y tenía unas vistas de todo el litoral.
Coronando primera cima
El sol apretaba y llegábamos al mirador donde la batucada nos esperaba y resonaba desde la parte de abajo, el bidón blando de agua que traía por primera vez hacía más llevadero el esfuerzo. Seguimos ascendiendo y tras una escalada llegamos al punto más alto. Un bajante rápido y técnico que ponía a prueba nuestros músculos que estaban adaptados a la subida pero sin respiro volvíamos a subir hasta el siguiente muro hasta Nou Pins y bajábamos al cruce del GR 93 que en un último punto de ascenso en zigzags de unos viñedos no dejaba en la cima de Garcelan donde se situaba el primer avituallamiento, tras tomarme el gel, agua y golosinas proseguí.
Un bajante rápido y técnico que enlazaba con un camino que seguiría bajando durante varios kilómetros, iba recuperando metros y adelantando poco a poco a otros participantes. Senderos estrechos y técnicos, resbaladizos y con mucho obstáculo ideal para disfrutar. El camino subía por un muro pero seguía bajando hasta llegar a una pista ancha de bajada. Ya quedaba poco para el siguiente avituallamiento así que me tome un segundo gel y saqué el botellín para preparármelo para rellenarlo. Aún así adelantaba, unas golosinas, agua, y tras todo relleno tocó subir.
La pista iba subiendo hasta llegar a un cruce que nos adentrábamos en un camino empinado, oscuro, tras un montículo de un metro había que ir bordeando arboles y ramas. Tras terminar salíamos a una anchura un poco más grande, una especie de bajante pedregoso con final bastante duro en una pared, así varias veces hasta llegar a lo más alto. Llegaba otro descenso fuerte, estrecho y complicado hasta llegar a una Pista donde seguíamos bajando y tras pasar varias casas nos dirigíamos al paralelo de la carretera donde pasábamos por la riera junto al campo de futbol.
Entrada a meta
Tras pasar por debajo de la carretera adentrándonos por la riera se iniciaba una calurosa subida hasta el tercer y último avituallamiento. Subíamos unos montes hasta llegar a la parte final de bajada. A poco de un kilómetro la lentilla me molestó, seguía a un par de chicas desde la última cima, una se alejó y la otra la alcancé con apenas visión hasta llegar a la meta.
Finalmente el tiempo fue mayor que el año anterior, pero los pocos entrenamientos y todos por asfalto hacen mella. Entrenos matutinos y fríos los fines de semanas los hacía algo melancólicos como la canción de Pau Donés.
