Las últimas dos semanas habían sido difíciles, dolores en la pierna derecha, había hecho que los entrenos fueran más suaves y controlados, haciendo énfasis en los estiramientos. El calentamiento de la Cursa de Muntanya de Rubí fue en los primeros y últimos metros del recorrido, para que por lo menos conociera algo del recorrido.

El objetivo si todo iba bien iba a ser 1h05m y si no 1h15m en la Cursa de Muntanya de Rubí. Después de un calentamiento exhaustivo, en la línea de salida, aún sentía leves molestias momentos antes de salir, pero tras los primeros metros desaparecieron.

El primer tramo de carretera ya definió un poco las posiciones iniciales en tan solo unos metros. Pasábamos bajo las vías e iniciábamos el ascenso en una pista de tierra. El ritmo era bueno y la cadencia más baja que la de los demás, por lo que tenía la sensación de ir suave.

Nos habíamos estirado y sin darme cuenta ya había pasado Can Polit y nos desviaban al primer sendero que subía estrecho. Detrás de un corredor mantuve su ritmo hasta que se convirtió en bajada. Superé a dos corredores y el sendero volvió a la pista principal que seguía bajando, así que nos juntamos varios corredores.

Pero poco después pasaba bajo la Autopista sin casi enterarme y se comenzaba una pequeña, pero dura subida, iba aguantando el trote mientras los corredores se iban quedando atrás, el recorrido se volvía plano, justo para descansar para que en escasos metros un giro a la derecha nos hiciera subir una de las cuestas más duras del recorrido. Seguí trotando y superando algún que otro corredor hasta que ya no podía más y comencé a caminar a un ritmo rápido ayudándome de las manos en las rodillas.

Tras la dura subida, unos metros planos y un sendero de bajada, estrecho con desnivel. Iba tras un corredor veterano, de negro, con una codera. En la bajada me frenaba, era técnica. Tras dejar el sendero, entrabamos en una pista y ahí lo adelanté. Un giro de derechas cerrado y pasábamos bajo la autopista. A escasos metros nos salíamos de la pista, un agujero daba entrada a una subida de varios metros de alto. Tras superarlo se iniciaba una nueva subida.

El corredor veterano me superó y delante se había formado un grupo amplio. Entre trote y caminar iba ascendiendo como podía. En cada cambio iba superando algún corredor. Dejábamos el sendero para comenzar una pista plana. A pocos metros un desvío a la izquierda nos volvía a meter en un sendero. Un poco más arriba se divisaban corredores, se intuía la subida que el sendero iba a tener.

El recorrido finalmente comenzó una pequeña bajada, me la tomé de descanso y me separé del grupo, había una meta especial, pasado unos metros un camino de piedras ascendía suavemente hasta la urbanización donde se encontraba el avituallamiento.

Pasado el avituallamiento, un sendero a la izquierda arrancaba el descenso, estrecho, técnico, muy rápido. Reduje la distancia con el corredor de delante en pocos metros, me puse tras de él, pero no podía adelantarlo, una nueva subida y otra bajada algo menos técnica, el grupo se había agrupado, ya era un tren de siete corredores.

En la subida aguantaba el ritmo, en la bajada el ritmo era levemente mayor y en las bajadas más fuertes me sentía retenido. En un pequeño anchurón el último me dejó pasar. Subimos unos metros y en la siguiente bajada me dejaron pasar tres participantes más. Me había puesto tercero del grupo, había un escapado de color azul y en breve me pondría segundo, pero no pude avanzar más.

Tras una dura subida, había un anchurón que cambiaba de sendero para otra bajada técnica. Avisándolo, aunque no me facilitó las cosas, lo adelanté como pude, me coloqué primero y me tiré hacia abajo, desconociendo la zona, les saque varios metros. Poco a poco el sendero se volvía estrecho y con menos pendiente hasta que alcancé al escapado. Me puse detrás de Arnau (llevaba el nombre en la espalda) durante bastante tiempo hasta que lo adelanté y se puso detrás de mí. Por detrás un corredor del CER se iba acercando y dos corredores que marchaban juntos.

Iniciamos conversaciones, él seguía mi ritmo y el camino se adentraba en zona fresca y boscosa. Un camino cambiante, desconocido para mí y bajo que impedía ir pendiente del camino. En una pequeña subida intercambiamos los puestos hasta llegar al final del Torrente.

Hubo un giro donde cambiábamos de torrente. La pareja de corredores nos adelantó a lo loco, pero nosotros tres mantuvimos las posiciones. El camino seguía bajando de una forma extraña, ya que cada pocos metros cruzaba el torrente, por lo que el camino serpenteaba ligeramente de derecha a izquierda y a su vez había pequeñas rampas, incómodas.

El ritmo era bueno, tenía un punto más, pero la incomodidad de los saltos me hizo conservar. Llegamos al final del Torrent de Sant Muç y tras pasar unas vayas de madera llegábamos a la entrada inicial, pero una pequeña subida recorría el camino de salida por el otro lado de las vías.

Sentía que había recuperado, íbamos los tres juntos en un camino estrecho entre plantas altas mientras yo animaba a Arnau a que tirara sin miedo. Cuando acabamos el sendero, girábamos bajo las vías, Arnau se abrió y nos dejó pasar. Pasamos los dos animándonos e iniciamos la recta a una velocidad muy alta. Mantuve la primera posición de los tres, al ver que me distanciaba me relajé y llegamos a la meta con pocos segundos de diferencia entre nosotros, aunque el corredor del CER terminó delante de mí en la clasificación por chip, al haber salido segundos más tarde al inicio de la carrera.

El tiempo final de la Cursa de Muntanya de Rubí fue de 1h01m09s tiempo del chip, 1h01m11s tiempo de cronómetro. Una carrera progresiva, con muchas incógnitas desde el estado físico, el calor y el recorrido que desconocía y que cualquier error podía dejarme sin fuerzas. Me gustó el recorrido y el resultado fue bueno.