Mi primer dorsal

Este es el paso que dan muchos de los deportistas que llevan tiempo viendo el running como algo más de su vida cotidiana, el paso de entrenar por placer a marcarse un objetivo concreto, enfundarse un dorsal apuntándose a su primera carrera.

La fase previa a nuestro primer dorsal siempre han sido nuestros inicios, desde el gimnasio del colegio donde se jugaba a fútbol, baloncesto o como en mi caso hacíamos altelismo. Las pruebas atléticas dignas de unas olimpiadas: Salto de longitud, Salto de Altura, Pesas, Relevos, 100m lisos, 3.000m…

El espíritu de competición y el deporte nos picó el gusanillo haciendo de ello algo que superar, marcar un gol, superar tu marca, aprobar o sacar buena nota en educción física, en algunas carreras muchos queríamos tener el objetivo de ganar o de quedar una posición por delante de la última vez (superar al que quedó por delante de nosotros). Ahí nacieron nuestras ganas de ganar, de superarse, de competir, de estar en forma, de hacer deporte.

A esto le siguió el competir en diferentes disciplinas apuntándose a fútbol, basket, handball, voleibol o el mismo atletismo…, que simplemente nos daba una disciplina de entrenamiento: horarios, superación y competición, pero sobre todo compartir con tus compañeros experiencias y mejorar a nivel personal o colectivo.

Una vez pasa ese tiempo en el que el trabajo, los estudios o la pareja, el tiempo y sus horarios hace que muchos renuncien, renunciemos a estos deportes, volviendo al cabo de un tiempo al running, porque nos gusta sentirnos bien, nos gusta estar en forma, nos divierte el paisaje, el deporte.

Vuelves al cabo de un tiempo con el fin de sentirte bien, cuando tienes tiempo, continua el gusanillo correr, empiezas a controlar tu tiempo total, el tiempo por quilómetro, los quilómetros totales, pero ello no te preocupa, son solo informativos hasta que llega el día de dar el paso.

Quieres medirte realmente y saber cuál es tu nivel, ¿Quedarás bien?, ¿Serás el último?, ¿Tu preparación ha sido la adecuada?, ¿Terminarás?, ¿Te superarás?, ¿Correrá algún famoso en esa carrera?, ¿Qué es el chip amarillo?, estas preguntas te invaden y te tomas el mes anterior de otra forma, ya no valen las escusas de que si hace frío, si llueve, si hace calor porque de lo contrario seguramente esa carrera puede que te decepcione. En este caso hay que analizar que se hizo mal y sobre todo volver a intentarlo, intentar acabar, superar tu último registro, ir a por tu segundo dorsal, la siguiente carrera y el siguiente objetivo.

Por lo tanto, si aún no estás apuntado, a qué esperas, una Sant Silvestre, una Fiesta Mayor cualquiera es buena para empezar, si se adapta a lo que estás preparado, no te lo pienses dos veces, ya tardas…

Por |Publicado el 11 de enero de 2011|Categorías: Blog, Varios|0 Comentarios on Mi primer dorsal|Etiquetas: , , , |

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