Primeros metros

El día no se preveía demasiado frio después de un mes de Diciembre con día y entrenos que se acercaban a los 0ºC. Ese día la temperatura situaba el termómetro de la Sant Silvestre Barcelonesa en 16ºC y que bajaría tan solo dos grados hasta el final de la carrera.

Pendiente de la temperatura para ver que indumentaria me ponía, la manga larga quedaba descartada y la corta obligatoria, pero una camiseta de tirantes era una posibilidad. Pero al llegar un fuerte viento hacía elevar la sensación y se notaba frío, así que me decidí por ir de corto.

Cajón Salida

Estábamos en la salida y el viento azotaba en los arboles y en los carteles, en cuando el reloj marcó la hora dieron el disparo de salida, unos primeros metros a un ritmo de 3:30 con viento a favor tomamos la primera rotonda y me puse detrás de un corredor del Club Triatlón de Badia, tras de él me cubría lo que podía del viento que ahora era de cara, pasamos la segunda rotonda y el ritmo estaba por debajo de los 4min/km.

Al llegar al giro del segundo kilometro se me distanciaron unos metros al cortar por la acera y a partir de ahí notaba que iba al límite e incluso por encima de mi ritmo, quería igualar el tiempo del paso por el KM5 de la carrera anterior pero era difícil ya que el recorrido no era plano.

KM4

Pasamos por la rambla Celler y ascendimos hacia el centro, el aire era el protagonista y es que de cara el viento era refrescante pero nos frenaba, en ausencia del la sensación de calor era bastante. Fue perdiendo plazas progresivamente hasta llegar a la avenida Francesc Macià donde las fuerzas ya estaban justas y encarando el K5 justo en el Monasterio, tras pasar por la zona de más público, terminando la zona peatonal nos metíamos por una nueva subida de las más duras hacia el paralelo de las vías en Mira-Sol.

En ese momento el ritmo sin darme cuenta había bajado, me había relajado ya que el KM5 lo había pasado en 20:48 y eso me otorgaba prácticamente 42 minutos, viendo que la otra mitad de la carrera no iba a ser mucho más rápida. Pronto un corredor con un gorro amarillo de navidad se colocó a mi lado y con un sprint me supero dejando varios metros de distancia. Poco después fui recuperando metros hasta superarlo, pero poco después un nuevo arreón volvía a tenerlo delante. Con una forma irregular de correr empezó a serme molesto en acelera y frena. Casi en el kilómetro siete venía el avituallamiento, otra vez en cuesta, cogí el avituallamiento y lo reservé para la zona llana.

Calentamiento

Al terminar la subida dos niños se me cruzaron haciendo que cruzara por la acera para no chocarme, tras avituallarme mantuve el ritmo pero la dinámica era ser superado por otros corredores pero no de forma muy elevada, como la molestia del corredor del gorro.

La subida del KM8 por el campo de golf, sin duda no fue de las mejores, el ritmo era más lento que otras veces o esa era mi sensación hasta llegar a la bajada donde ya había descartado toda opción de mejorar tiempo, así que la bajada no fue muy brillante y estaba mentalizándome para acabar tranquilamente en los últimos metros, mientras tanto ahí seguía el molesto corredor.

Terminé la bajada por delante de este y me aproximaba a la meta, donde se congregaba las centenas de espectadores que animaban y observaban a los que llegábamos. El ritmo no era muy alto hasta que de repente el corredor molesto se situó a mi lado, ahí mi competitividad y furia hizo que entrara en modo sprint, no me apetecía que este y únicamente este corredor me ganara, aunque su tiempo luego fuera mejor que el mío.

Y así aceleré como otros años, pero este a escasos metros fui notando que me sobraban metros, tuve que aguantar unos metro más a tope para poder llegar a meta, una meta concurrida con varios corredores y los voluntarios queme encerraron en la meta.

Finalmente un tiempo de 43m14s, no mejorando marca personal, ni la anterior carrera.